sábado, 3 de octubre de 2009

“El beso”

La pareja abrazada de El Beso apareció originalmente entre un grupo de relieves decorando la monumental puerta de bronce de “Las Puertas del Infierno”. La pareja fue más tarde separada de las puertas, aunque se reemplazó con una pareja de amantes en la columna inferior derecha. La escultura se caracteriza por el ritmo de la composición, que esta formada con las posturas, los brazos, cómo éstos se entrelazan.
El sistema usado por Rodin para hacer sus esculturas de gran tamaño consistía en emplear a escultores que esculpiesen a escala un modelo menor en algún material más fácil de esculpir que el mármol y una vez terminado, Rodin daba los toques finales.
Antes de crear la versión en mármol, Rodin produjo varias esculturas menores en yeso, terracota y bronce. En principio fue llamada Francesca da Rimini, nombre de uno de los personajes del Infierno de Dante, que se enamoró del hermano de su marido, Paolo, a su vez casado. Enamorados mientras leían juntos la historia de Lanzarote y Ginebra, fueron descubiertos y asesinados por el marido de Francesca. En El Beso puede verse el libro en la mano de Paolo. Cuando los críticos de arte vieron la escultura en 1887, sugirieron el título menos específico de El Beso. En 1888, el gobierno francés encargó a Rodin la primera versión en mármol de El Beso de gran tamaño y apareció por primera vez en el Salón de París en 1898. Fue tan popular, que la compañía “Barbedienne” ofreció a Rodin un contrato para producir un número ilimitado de pequeñas copias en bronce.
En 1900, Rodin hizo una copia por encargo de Edward Perry Warren, un excéntrico coleccionista americano que vivía en Sussex, Inglaterra, con su amante John Marshall y su colección de antigüedades griegas. Tras ver El Beso en el salón de París, el pintor William Rothenstein la recomendó a Warren como una posible compra, pero El Beso había sido encargado por el Estado francés y no estaba disponible. En su lugar, Rodin ofreció hacer una copia y Warren ofreció tan sólo 10.000 francos, en lugar de 20.000, Rodin no redujo el precio. El contrato para el encargo incluye que "los genitales del hombre deben ser completos". Una carta anterior explicaba que "siendo un pagano y amante de las antigüedades", Warren esperaba que los genitales del hombre fuesen esculpidos distintivamente como en las esculturas de la Grecia clásica, en lugar de modestamente ocultos.
Cuando la escultura llegó a Sussex en 1904, Warren la colocó en los establos donde permaneció durante una década. No se sabe si esta decisión fue tomada por el gran tamaño de la escultura o porque no llegó a cumplir las expectativas de Warren. En 1914, fue prestada al ayuntamiento de Lewes, Sussex, pero el tema erótico de la escultura fue considerado ofensivo y cuando llegaron tropas a alojarse en el ayuntamiento antes de la guerra, se consideró que pudiese afectarles en algún modo, por lo que fue cubierta con una lona alquitranada. Tres años más tarde, en 1917, regresó a los establos donde había estado y, tras la muerte de Warren en 1928, fue subastada sin alcanzar el precio que se pedía por ella. Finalmente fue ofrecida a cualquier galería que pagara los gastos de transporte y, durante algunos años, permaneció en la galería de arte de Cheltenham, hasta que en 1953, la galería Tate lanzó una campaña pública para la compra de la escultura para la nación inglesa.
En total, Rodin produjo tres esculturas de mármol de gran tamaño de El Beso, la primera, encargada por el gobierno francés se encuentra ahora en el Museo Rodin de París. La segunda, encargada por Edward Perry Warren se encuentra en la colección de la galería Tate en Londres. Una tercera copia fue comisionada por el coleccionista danés Carl Jacobsen, y se encuentra en la gliptoteca de Copenhague. Una cuarta, menor copia fue realizada tras la muerte de Rodin por el escultor Henri Greber para el Museo Rodin de Filadelfia.

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